Crecimiento del colectivo nómada digital como efecto directo del trabajo remoto

Estrategia de Portafolio

Lo ideal es sentirte en casa en cualquier lugar. – Geoff Dyer, escritor

¿Qué significa ser un Nómada digital? y ¿cómo redefine los estándares de bienes raíces presentes y futuros?  

En posteos anteriores, enlistábamos las tendencias que veíamos como efecto inmediato de las condiciones obligadas que enfrentamos tras, ya 12 meses de distanciamiento social y reiteramos que los efectos de esta pandemia han acelerado muchas de las tendencias que veíamos crecer en los últimos años.  
Puedes revisar aquí el contenido sobre los efectos de la logística y última milla que evaluábamos en el mes de octubre del año pasado . En esta ocasión toca el turno a las posibilidades que ha traído el trabajo desde casa y la potencial conversión al nómada digital.  

Revisaremos el contenido de esta consecuencia de la pandemia en el siguiente orden:  

  • ¿Qué significa el término “nómada digital”?
  • ¿Qué no es un nómada digital
  • Retos que enfrenta un nómada digital 
  • Ventajas y riesgos de la vida nómada digital  
  • Requerimientos técnicos, servicios  
  • ¿Cómo los percibe el sector inmobiliario?  
  • Oportunidades futuras 
¿Qué significa “nómada digital”?  

Nómada digital es en esencia, la adopción de un estilo de vida. Se caracteriza por la integración de trabajo remoto, viajes frecuentes o ubicaciones itinerantes, acceso a internet y formatos de trabajo que pueden ser: freelancer, emprendedor o prestador de servicios a terceros.  
Se ha catalogado como un movimiento social del siglo XXI que lleva un fuerte carácter de protesta o liberación laboral. Cuestiona la ubicación geográfica, rutina y horario fijo de las posiciones laborales hasta ahora tradicionales haciendo un uso estratégico de las tecnologías de información que han crecido y potenciado las posibilidades de liberación.  
En 2017, un estudio de FlexJobs mostraba que el trabajo remoto, no necesariamente nómada, había aumentado considerablemente en la última década. ¡Imaginemos el efecto creciente a 4 años de ese estudio y con 12 meses de pandemia global manteniéndonos en distanciamiento social!  

¿Qué no es un nómada digital?  

Para ser un nómada digital se debe adoptar como estilo de vida el modo “traviajar”. Un nómada digital es aquel que sin importar en qué ubicación geográfica se encuentre está generando una actividad económica redituable, es decir, no cualquier vacacionista o mochilero es un nómada digital. Es característico del nómada que se encuentra constantemente conectado a internet y tiene un fuerte compromiso con la supervisión de su generador económico. No se encuentran de vacaciones y supervisan un trabajo a distancia, ¡no! Viajan constantemente mientras llevan su trabajo con ellos a donde sea que ellos se encuentren sin necesidad de una presencia física en un determinado lugar para asegurar su ingreso.  
No eres un nómada cuando:  

  • ahorras dinero por un plazo para renunciar a tu trabajo y dedicarte a viajar por el mundo
  • pides un permiso sin goce de sueldo para poder realizar un viaje
  • acumulas vacaciones de uno o dos años en tu trabajo para hacer un viaje largo 
  • eres el jefe y puedes supervisar las labores de tu equipo a distancia
  • periódicamente haces un viaje largo a cualquier destino 
  • tu empleador te permite operar en formato “home office” desde cualquier ubicación y eliges un destino paradisiaco 

Ser un nómada digital es, como ya dijimos un estilo de vida, en el que el individuo tiene lugares de residencia por tiempos indefinidos, mantiene una actividad económica comprometida que le asegura un ingreso constante y normalmente su lema es el equilibrio entre viajar y trabajar.  

Retos que enfrenta un nómada digital 

De manera simplista, se requiere únicamente una laptop, un teléfono inteligente y una buena conexión a internet como herramientas de trabajo, así como una disciplina especial para autogestionar el tiempo productivo y una profunda pasión por viajar, así como un fuerte desapego ante un lugar de residencia fija. Pero detrás del panorama ideal que nos presentan de una laptop instalada bajo una palapa en la playa y una cerveza al medio día mientras se vive de las rentas, hay una serie de complejidades que estos nómadas deben prever y asegurar para continuar con su estilo de vida.  

Será necesario asegurarse de que el destino elegido cuente con una conexión confiable a internet, que existan sitios que fomenten la agrupación en colectivo como el caso de los co-working, cafeterías de libre acceso a internet o parques, museos y sitios de internet gratuito. Conocer los lineamientos de visado y estancias prolongadas en diferentes destinos, asegurando estancias legales y programación de itinerarios de acuerdo a los estándares de cada país. Prever los costos de vida de cada sitio, desde los precios promedio de renta para habitaciones, departamentos o residencias compartidas, el costo del transporte público, el costo del internet, el precio de una taza de café y el acceso a mercados locales, etc. Conocer o contactar con el colectivo nómada del destino elegido para contar con una red de apoyo.  
Mira aquí esta interesante nota de @El Pais donde enlistan los mejores destinos, así como sus redes locales y vías de contacto.  

Continuaremos con esta nota en la siguiente entrega de este blog. 

Encuéntrala aquí. 

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