“Thank yourself for how far you’ve come, it hasn’t been easy”
La pandemia ha demostrado que tiene el potencial de modificar todo en nuestros días, desde las rutinas personales diarias, hasta los protocolos de seguridad internacionales. La señal de cambio, profunda y radical respecto al distanciamiento social y los hábitos de higiene que han afectado los ritmos económicos mundiales tienen un efecto profundo en los hábitos de las personas.
La primera y más evidente: el comercio electrónico. Este ha manifestado un crecimiento del 71% a nivel global y se espera que el año 2021 mantenga el mismo nivel. La cantidad de datos registrados en las aplicaciones de comercio electrónico permiten analizar el tipo de productos, frecuencia y valor de las adquisiciones, esta es la base de la investigación para que las marcas puedan adecuar sus productos, precios, inventarios, tiempos de distribución y sobretodo, sean capaces de anticipar tendencias en el consumo y rotación de sus productos y servicios.
Hoy sabemos que el consumidor actual se ha vuelto más selectivo respecto a los artículos que considera. De acuerdo a una investigación de Accenture sobre el comportamiento del consumidor, el 75% ha reducido su porcentaje de desperdicio de alimentos y el 67% afirma comprar productos que son más respetuosos con el bienestar y la salud.
Existen en nuestro país condiciones económicas que comprometen el ingreso de un gran porcentaje de familias, la pérdida de empleos y la caída del PIB han afectado el ingreso y por ello la distribución del gasto, así mismo, las restricciones de movilidad y el distanciamiento social redefinen las necesidades y ritmos de todos nuestros consumos.
La necesidad de estar a la moda ha sido superada por la necesidad de mantenerse en forma. Nuestra necesidad de abastecimiento prioriza la proximidad y la economía por sobre la costumbre y preferencia de marca y en ese mismo sentido, nuestras elecciones por productos particulares empiezan a considerar alimentos frescos y congelados antes de los enlatados y por último los alimentos procesados. Una de las tendencias más claras ha sido la selección y compra de productos de origen local, orgánico y de comercio justo.
Las marcas de etiquetado propios y marcas libres están ganando participación dado que representan hasta un 40% de ahorro. Las familias han cortado la frecuencia de compra en los artículos de lujo e importación, buscando así la producción nacional y en ocasiones local.
Ante este cambio de preferencias, el sector de bienes raíces para comercio minorista debemos estar preparados y anticipar una nueva generación de ocupantes tras una fuerte oleada de ajustes, migraciones y cierres de locales de la generación precovid.
Deberemos anticipar las ubicaciones más adecuadas para que las nuevas empresas, productores y distribuidores encuentren un espacio ideal para alcanzar a su público, así como, la proximidad a una red de reparto ideal para maximizar sus resultados.
En Seris Retail Holdings ® consideramos todas las posibilidades, queremos que tu negocio no se detenga. Dialoguemos, conócenos, estamos en contacto.